miércoles, 30 de junio de 2010

Homenajean a Macario Luviano Ruiz

RODOLFO VALADEZ ( Corresponsal)

Tecpan, 25 de junio. “El maestro Macario no sólo brilló por su talento musical, se distinguió además por su preocupación por promover y fomentar las tradiciones y costumbres de Tecpan en las generaciones futuras”, afirmó su hermano, Francisco Luviano Ruiz, durante el acto en el que se recordó la figura del músico, en el 74 aniversario de su nacimiento en esta ciudad.

“Gracias a él se conserva la música original de las siete danzas tradicionales de Tecpan, y fue animador de la fiesta de San Bartolo, así como de las posadas y el día de la virgen en esta ciudad”, recordó.

El maestro, añadió, nació un 25 de junio de 1936. En su carrera, tuvo la oportunidad de hacer arreglos musicales para directores de orquesta como Pablo Beltrán Ruiz y Armando Manzanero; así como a los estadounidenses Judy Broch y Jaqueline France.
Además, acompañó a importantes voces como Pedro Vargas, José José, Marco Antonio Muñiz, María Victoria y Trini López.

Sus géneros predilectos fueron el jazz y los ritmos afroantillanos, como la salsa, el mambo o el cha cha cha. Recibió 29 reconocimientos. Con su grupo La Kiyumba realizó una gira en Japón y Hong Kong.

Murió el 7 de abril de 1998 debido a una insuficiencia renal.

El homenaje se llevó a cabo en el zócalo de la ciudad.

La Jornada de Guerrero, 26 de junio de 2010

En peligro de extinción, música popular calentana: Salgado

Las autoridades no apoyan esta expresión y a los jóvenes no les interesa, señala

En peligro de extinción, música popular calentana: SalgadoDestaca la riqueza musical del estado, a diferencia de otros, donde tienen menos ritmos

CORRESPONSALÍA ( )

Taxco, 25 de junio. “La música tradicional calentana está en peligro de extinción, porque no hay apoyo de las autoridades y a los jóvenes no les interesa”, recriminó el músico y representante del legendario grupo Alfonso Salgado, Bardomiano Salgado Aguirre, durante su presentación en Taxco, dentro de la 34 edición de la fundación de la Casa de la Cultura, José Guadalupe Posada.


Después de presentar un recital de 20 piezas y canciones de la región de Tierra Caliente, Salgado, quién es el único miembro original del quinteto Alfonso Salgado, que fue creado en 1956, lamentó que se pierdan las raíces guerrerenses.


Recriminó que la música esté desapareciendo “y le están matando el estilo original de nuestros compositores como José Elías Samerón, Juan Bartolo, entre otros”.
Se quejó “de la apatía de los gobiernos, que no les interesa difundir la música y la cultura de Guerrero”.


Insistió en que esta música puede desaparecer “porque no se apoya para realzar los ritmos de cada una de las siete regiones del estado, a diferencia de otros estados, que únicamente las representa un solo estilo”.


Añadió: “en cambio en Guerrero, hay infinidad de composiciones y compositores, pero pocos desarrollan esta actividad popular y tradicional, porque no les interesa”.


Dijo que el único cobijo ha sido con la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), donde “pueden difundir lo poco que queda”. Anunció que en los próximos meses, ingresarán a los estudios a grabar su nueva producción discográfica Gavilán del Sur.
Enfatizó que está empecinado en que no esta música no desaparezca, “por eso mis familiares jóvenes participan en el grupo para que ellos mantengan viva la chispa calentana”.


El grupo Alfonso Salgado fue creado en 1956 en San Miguel Totolapan y hasta el momento cuenta con siete producciones discográficas y más de 100 piezas de distintos ritmos.


Bardomiano Salgado consideró a su interpretación como una música suriana, “escape de la alegría y tristeza del guerrerense, que ha sido interpretada por diversos lugares del estado y del mundo”.

La Jornada de Guerrero, Sábado 26 de junio de 2010

Entregan medallas al Mérito a 8 calentanos


IGUALA, Gro., lunes 28 de junio de 2010

Amín Zarur y Jorge Albarrán, galardonados

Por R. Ramírez y J. Albarrán Razo

Chilpancingo, Gro., Junio 28.- Luego de instituirse la Medalla al Mérito “Orgullo Calentano”, la Asociación de Calentanos Radicados en la Zona Centro del Estado de Guerrero, otorgó preseas a ocho guerrerenses, originarios de la región de Tierra Caliente, en reconocimiento a su trayectoria social y política.

El licenciado Fernando Pineda Ménez, director general del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), en su calidad de presidente de la Asociación de Calentanos Radicados en la Zona Centro, informó que los seleccionados para recibir este galardón, fueron el profesor y periodista Jorge Albarrán Jaramillo, originario de Tlalchapa; el biólogo y doctor Amín Zarur Ménez y el profesor y poeta Agripino Hernández Avelar, ambos oriundos de Arcelia; el doctor José Luis Guzmán Negrete, de Ciudad Altamirano; el pintor Andrés Jaimes Sánchez de Tlapehuala; el profesor Daniel Vega Villanueva de Coyuca de Catalán; el pintor Julio Homero Leyva de Ajuchitlán del Progreso.

Señaló que esta organización de calentanos instituyó esta medalla al mérito, con el fin de reconocer una vida social, profesional y política, encaminada desde sus respectivas trincheras para beneficiar a la región de Tierra Caliente y por consecuencia al estado de Guerrero.

Para esta organización es un gran honor distinguir por primera vez con la presea “Orgullo Calentano” a algunas de las personas más destacadas, oriundas de la región, añadió.

**Amín Zarur Ménez, uno de los galardonados, nació en Arcelia, en donde estudió su educación primaria; cursó la instrucción secundaria en la ciudad de México, en donde también hizo sus estudios de bachillerato y más tarde los profesionales en la Facultad de Ciencias de la UNAM de la cual egresó como biólogo; más tarde, en la misma UNAM y en la Universidad de Hamburgo, Alemania, hizo el doctorado en Biología Marina.

Fue director general de Acuicultura del Departamento de Pesca; director general de Agricultura de la Secretaría de Pesca; subgerente de Análisis Ecológico y Ambiental de PEMEX; director de la Escuela de Ciencias de la Universidad Autónoma de Guerrero; jefe del Departamento de Oceanografía del Instituto Nacional de Investigaciones Biológico-Pesqueras de la Secretaría de Industria y Comercio; director del Instituto Nacional de Pesca de la Secretaría de Industria y Comercio; delegado federal de Pesca en el estado de Guerrero; secretario de Educación Guerrero; secretario de Desarrollo Económico y del Trabajo del estado de Guerrero; presidente municipal de Acapulco y diputado federal por Acapulco, entre otros cargos.

Cabe señalar que Zarur Ménez, ilustre arcelense, tuvo el propósito de poner en práctica un modelo educativo muy especial en favor de la niñez y juventud guerrerenses, siendo secretario de Educación en Guerrero.

**Jorge Albarrán Jaramillo, otro de los galardonados, nació en Tlalchapa y cursó la educación primaria en su pueblo natal; la secundaria en la ciudad de México. Cursó la educación normal básica en la Escuela Normal Rural de El Mexe, Hgo. y la licenciatura en Historia la estudió en la Escuela Normal Superior de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Desde 1968 se incorporó al periodismo, actividad que supo combinar muy bien con la docencia ejercida en escuelas primarias y secundarias del Distrito Federal, así como en la impartición de una cátedra en la Escuela Nacional de Maestros; fue director de escuelas primarias en la ciudad de México.

Para lograr un mejor desempeño en el oficio periodístico, hizo una serie de cursos de periodismo. Trabajó en la Cadena de Periódicos Avance como reportero, jefe de Información y jefe de Redacción; en el periódico El Universal, como reportero en asuntos especiales y coeditor de la sección internacional; en el periódico El Nacional, como reportero. También trabajó como comentarista en Radio AI, “La Tropical Grande de México” y como subdirector en el Noticiario de Guerrero en el Canal 4 de Telesistema Mexicano (hoy Televisa).

Fue director general de Comunicación Social del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE); asesor de Prensa de la Dirección de Información y Relaciones Públicas de la SEP; coordinador de Prensa del Gobierno de Guerrero (con José Francisco Ruiz Massieu) en el Distrito Federal.

Fue secretario del Trabajo, secretario de Cultura y subsecretario de Delegaciones del comité ejecutivo nacional del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa; secretario de Prensa del PRI en Guerrero y secretario general adjunto para Asuntos de Comunicación Social de este mismo partido.

Fue diputado por Tierra Caliente en la 54 Legislatura del Congreso del Estado de Guerrero, donde presentó una iniciativa de decreto para que se inscribieran por primera vez con “Letras de Oro”, los nombres de los héroes y personajes más importantes del estado, propuesta que fue aprobada por unanimidad por el pleno del Congreso.

Fue director general de Servicios Coordinados de Educación Pública en el Estado de Guerrero, dependiente de la Secretaría de Educación Pública (hoy Secretaría de Educación Guerrero), desde donde pudo gestionar durante sus tres años (1987, 1988 y 1989) de administración, la creación en toda la entidad de 400 jardines de niños, 450 escuelas primarias, 77 escuelas secundarias, 2 bachilleratos pedagógicos y la licenciatura de Educación Especial en el CREN-Iguala. También creó durante su periodo, las jefaturas de Sector de Educación Preescolar y Primaria, así como las jefaturas de Enseñanza en las Escuelas Secundarias Técnica y Generales.

Entre la labor social que ha realizado como simple ciudadano, haciendo uso de sus múltiples relaciones, gestionó y fundó la Escuela Normal Federal “Ocampo Nabor Bolaños” en Tlalchapa, su pueblo natal, de donde egresaron 500 maestros que todavía en la actualidad prestan sus servicios en escuelas primarias de la Tierra Caliente; gestionó y fundó un plantel del Conalep en su misma tierra de origen, de donde egresaron técnicos en Contabilidad, Enfermería y Mecánica Industrail; también gestionó y fundó el actual Centro de Estudios de Bachillerato “Victoriano Agüeros”, de donde han egresado más de quince generaciones de estudiantes que más tarde alcanzan la oportunidad de inscribirse en escuelas superiores de diferentes partes del país.

Gestionó además la pavimentación de la carretera Tlalchapa-Ciudad Altamirano y el Centro de Salud de Tlalchapa, entre otras muchas cosas.

Albarrán Jaramillo, recibió recientemente del gobierno de Guerrero, la “Condecoración JUAN ALVAREZ, por sus méritos de servicios prestados a favor del estado de Guerrero y sus habitantes”; las medallas “Ignacio Ramírez” e “Ignacio Manuel Altamirano” por 30 y 40 años de servicio docente; medalla por su trayectoria periodística por parte del Gobierno del Distrito Federal; Premio Municipal al Mérito Civil por su Trayectoria Periodística de parte del Ayuntamiento Constitucional de Iguala Periodo 1999-2002; y tres reconocimientos del Club Primera Plana y la FSTSE por 25, 30 y 35 años de labor periodística.

Cabe señalar que Albarrán Jaramillo, como periodista ha visitado las capitales de todos los estados del territorio mexicano y 120 países del mundo en donde ha hecho reportajes. Ha participado en entrevistas colectivas a Sadam Hussein en Irak, Yaser Arafat y a Fidel Castro en Cuba, entre otros.

**José Luis Guzmán Negrete, galardonado, nació en Ciudad Altamirano. Estudió la educación primaria en su pueblo natal, la secundaria y preparatoria en el Distrito Federal; la carrera de medicina la cursó en la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional de la ciudad de México.

Fue presidente de la Unión de Calentanos Residentes en Acapulco (UCRA), donde tuvo la oportunidad de realizar una interesante y útil obra material en las instalaciones de esta organización; a través de su profesión, se ha distinguido por hacer una importante obra y labor social en favor de las clases desprotegidas del puerto de Acapulco y otros municipios del estado de Guerrero, razón por la cual el Ayuntamiento Municipal del Puerto le otorgó un reconocimiento.

Pertenece a la Federación Médica del Estado de Guerrero y a la Sociedad Médica de Acapulco.

**Daniel Vega Villanueva, galardonado, también galardonado, nació en Coyuca de Catalán. Estudió la educación primaria y secundaria en su tierra natal; la normal básica en la Escuela Normal Particular “Miguel Serrano” del Distrito Federal.

Ha sido responsable regional de Secundaria Abierta en Tierra Caliente; director del Internado de Educación Primaria Número 20 “Evarista Peñaloza de Padilla”; supervisor de la Zona Escolar 168 de Ajuchitlán; responsable del Programa de Atención Preventiva y Compensatoria (APC) de Tierra Caliente; profesor de grupo de educación primaria.

Actualmente es delegado federal de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Estado de Guerrero, desde donde ha hecho acciones para lograr la reforestación y abatir los incendios, así como tratar de acabar con la contaminación ambiental en la entidad.

**Homero Leyva Flores, otro galardonado, nació en Villa Nicolás Bravo, municipio de Ajuchitlán del Progreso, en donde estudió su educación primaria, secundaria y bachillerato.

Estudió la licenciatura en Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” de la Ciudad de México.

Ha montado una exposición individual en la Galería de “La Esmeralda” y exposiciones colectivas en la Galería “Full Memory” en Viena, Austria; en el IV Encuentro Cultural Guerrero de Chicago, Illinois con el tema de un “Discurso a la Ecología y sus Consecuencias”; en la Tercera Bienal de Dibujo “Sylvia Pawa” del Instituto Cultural “México-Israel” en el Distrito Federal; “Visión Contemporánea” en la Galería Tonalli del Centro Cultural Ollin Yoliztli del Distrito Federal; Concurso Internacional de Arte Contemporáneo “Artfest” del World Trade Center de la ciudad de México, entre otras.

**Andrés Jaimes Sánchez, galardonado, nació en Tlapehuala. Estudió su educación primaria, secundaria y bachillerato en su tierra natal y sus estudios artísticos en la Escuela de Artes Plásticas de la ciudad de México.

Fue cofundador de la Casa de la Cultura en Ciudad Altamirano y en Tlapehuala. Cofundador de la Biblioteca Pública Municipal de Tlapehuala; autor del Escudo representativo del municipio de Tlapehuala; autor de la primera Monografía del Municipio de Tlapehuala; director de la Revista “Universo Creativo”; productor de videos documentales artísticos; promotor cultural de l,as artes para su desarrollo en Tierra Caliente.

Como pintor, prefiere los temas cotidianos de las costumbres del pueblo calentano, como su paisaje y la belleza de la mujer.

Actualmente es cronista del municipio de Tlapehuala y como tal, ha venido recopilando en videos la historia y costumbres de cada una de las comunidades del municipio. Ha iniciado un proyecto para plasmar la historia y costumbres de Tlapehuala en los muros de la Biblioteca Pública Municipal.

El presidente de la Asociación de Calentanos Radicados en la Región Centro, Fernando Pineda Ménez, dijo para finalizar su intervención “enhorabuena por tener nuestro estado personas destacadas en la cultura, la política y la vida social en general, así como hombres y mujeres de mucho corazón y con espíritu altruista. Felicidades paisanos calentanos”.

El evento estuvo amenizado por un conjunto típico y una música de viento que interpretaron sones y gustos de la Tierra Caliente, como el “Gusto Federal”, “El Tecolotito”, “Zirándaro” y “Morenita Mía”, entre muchos otros. También se sirvieron los deliciosos ochepos y el tradicional atole de pinole con ciruela, con el que los calentanos celebran el Día de San Juan.

Diario 21, 28 de junio de 2010

Calentanos, sin identidad cultural, dice Josafat Nava



Escrito por Cecilio Pineda Birto

Se queja que la SEP y alcaldes no impulsen la cultura de Tierra Caliente

CD .ALTAMIRANO GRO. Josafa Nava Mosso, director del Centro Cultural El Tecolote y presidente de la Red Nacional de Intérpretes de Promoción Cultural de la Música Mexicana A.C., se quejó de que la Secretaría de Educación Pública, el Instituto Estatal de Cultura, y presidencias municipales, han hecho oídos sordos para impulsar la cultura de Tierra Caliente.

Manifestó que el fortalecimiento de la cultura en la región se debe a los esfuerzos individuales de gente que se ha organizado de manera independiente de las instituciones oficiales.

Comentó que han recurrido a las instituciones oficiales pero han hecho oídos sordos y trátese del PAN, PRI o PRD para ellos no vale la cuestión cultural de tercera o cuarta mano, la cultura no es prioridad dentro de sus gobiernos impulsar la cultura de Tierra Caliente.

Señaló que estas ven a los grupos regionales de la región como relleno para amenizar eventos de todo tipo y afirmó que el motivo es porque no tienen definida una política cultural.

“Como no saben qué hacer, no se han organizado para ver esto entonces las instituciones que deberían un poquito realizar un rescate de la cultura y tradiciones de la región no lo hacen”, lamentó.

Puso como ejemplo a las jornadas alarconianas donde reveló que los 50 ó 60 grupos que se presentan, 55 son de fuera del estado y solamente 5 grupos son de Guerrero.

Facturas como condición

Comentó el caso del maestro El Palillo, originario de Ajuchitlán del Progreso y considerado el mejor violinista de Tierra Caliente, “nunca se ha presentado en las jornada alarconianas porque le piden al maestro como condición presentar facturas, cuando el maestro no sabe ni escribir y vive en una comunidad, entonces nunca se va presentar”, exclamó.

Refirió que eso ha limitado a todos los músicos regionales porque no se ha definido la política cultural, pues no existen los mecanismos para que se presente lo mejor del estado de Guerrero en las jornadas alarconianas.

Señaló que el presupuesto que autoriza el Congreso del estado a través del instituto Estatal de Cultura el 90 por ciento se va fuera del estado. “Si ese dinero se quedara aquí, nosotros gastaríamos el dinero en el mercado guerrerense”.

Comentó que los alcaldes de Tierra Caliente apoyan muy poco a los grupos culturales de la región, en el caso de Arcelia señaló que le dan 60 mil pesos al año el cual es repartido en becas que son de 500 y 700 pesos al mes para los puros monitores, “pero así que haya una partida presupuestal que se diga que va al desarrollo cultural, no la hay”.

Comentó que en el caso del municipio de Tlapehuala está apoyando pero es pura publicidad pero no se asentado una escuela en Tlapehuala que se diga que hay una escuela de violinistas, de tamboreros, de guitarristas.

“Les hacen homenajes a Zacarías Salmerón a los violinistas que ya están hechos y les dan un apoyo de 5 mil pesos que ahí quedan con una enfermedad, pues ya son viejos de 80 años ahí queda el dinero que les dan”.

Bailes de otros estados

Explicó que como no está definida la política cultural en primarias secundarias, preparatorias, bachilleratos y escuelas superiores de Tierra Caliente montan cuadros de Jalisco o Monterrey que nada tiene que ver con la tradición cultural calentana.
“Yo no digo que no lo hagan, se debe hacer, pero si se tuviera definida una política cultural antes de bailar el son de La Negra bailemos La Tortolita, eso sería definición cultural que todos los chavos de Tierra Caliente tuviera definición cultural, pero desgraciadamente el estado no cuenta con una política cultural”.
Por último, dijo que los músicos como Juan Reynoso, Lupe Tavira, El Palillo, don Lucio Hernández, doña Lupe Galarza, todos ellos fueron los depositarios de la cultura tradicional calentana, “fueron los únicos que la conservaron pero la conservaron con esfuerzos propios, no hubo instituciones y hasta la vez no hay instituciones que quieran dedicarse al quehacer cultural de Tierra Caliente, esto es definitivo”.

Despertar del Sur, 29 de junio de 2010
Jornada de Guerrero, 30 de junio de 2010

martes, 29 de junio de 2010

Zacarías Salmerón, virtuoso músico, compositor y violinista de Tierra Caliente




Zacarías Salmerón nace un 6 de septiembre de 1918, bajo los arrullos musicales del siglo pasado, en plena efervescencia revolucionaria. Hijo de Lamberto Salmerón Pastenes y Juanita Daza Varona, el primero de ellos un filarmónico, de quien heredó el talento y el amor a su Tierra Caliente. Se casó dos veces y es padre de ocho hijos de su primer matrimonio y uno de su fallecida esposa Consuelo Segura Beltrán.

Un músico que ha cantado para diversos gobernadores guerrerenses, entre ellos: Adrián Castrejón, Raúl Caballero Aburto, Rubén Figueroa Figueroa, Alejandro Cervantes Delgado, René Juárez Cisneros, y mantener un vínculo con Zeferino Torreblanca Galindo, gobernador actual. Además, tocó sones calentanos para el General Lázaro Cárdenas del Río y Adolfo López Mateos, en la Residencia Oficial de Los Pinos.



Para 1925, contando con siete años de edad, el maestro Zacarías es adoptado musicalmente por su tío J. Isaías Salmerón Pastenes, quien por esos años contaba ya con 34 años y cuyo prestigio como excelso músico, compositor y virtuoso violinista, ya estaba consolidado. De su padre y de su afamado tío abreva los conocimientos necesarios para aprender el arte del violín, mismo que se incrementa al contacto con sus primos, tíos y del resto de la familia, todos dedicados a la música. Un año más tarde, Zacarías ya formaba parte del conjunto de cuerdas familiar.


http://www.fab.com.mx/portal/index.php?option=com_content&task=view&id=1037&Itemid=103

lunes, 28 de junio de 2010

Cultura Popular de la Costa Chica



Por: Higinio Peláez Ramos

Miembros del grupo de danza Dzahuí

En una conversación familiar, sale a colación el caso de los niños genios que tanta admiración y buenos comentarios logró, por lo increíble de los casos presentados en varios medios de comunicación, y que tuvimos la suerte de apreciar, sobre todo en la televisión.

Al respecto, alguien me decía: ‘oye mano, ¿y esos niños ya nacen así, o tienen papás mucho muy fregones que desde chiquitines los van preparando en tantas cosas que estos aprenden al pie de la letra, como el chamaquito que se sabía de memoria el nombre de cada capital de un montón de países, o la niña de doce años que tocaba de memoria una sinfonía en el piano, o el niño violinista de solo diez años, entre otros?’.

_En lo personal, pienso que hay seres privilegiados, mujeres u hombres a quienes la naturaleza dotó de esas facultades, y que desde que empiezan a hacer uso de razón, comienzan a manifestar; pero también creo muy necesario que los padres o tutores nos preocupemos por iniciar a nuestros vástagos en lo que consideremos de provecho; pues el infante puede nacer con ese potencial, mismo que si no sabemos canalizar hacia lo positivo, esto puede desviarse a la maldad, convirtiéndose el individuo, en un genio malo.

Por eso, con frecuencia sabemos de actos violentos que se registran en distintas partes del planeta, donde los protagonistas, en una mayoría de casos suelen ser menores de edad. Y es que en la actualidad pocos son los padres que se preocupan por la formación de sus hijos. En el caso de matrimonios de escasos recursos, por los bajísimos salarios que perciben, tienen que trabajar ambos, desatendiendo el cuidado de los menores que al no tener la vigilancia debida poco a poco van aprendiendo malos hábitos que con el tiempo se convierten en tragedias.

Y los padres adinerados, que por pensar sólo en acrecentar sus capitales, también resultan víctimas de estos mismos males, al no poner la atención debida en sus retoños. Y claro que no todos podemos convertir a nuestro hijos en súper niños; pero si cada uno de nosotros, padres o tutores, poco a poco, con la mayor diplomacia posible vamos induciendo al pequeño (a) hacia lo positivo, cuando el infante empiece a aplicar su criterio en lo que hace, ahí veremos reflejadas nuestras enseñanzas.

Padres de familia: salvemos a nuestra juventud de las garras de los vicios en que está cayendo. Organicémonos; ¡hay tantas formas de enseñar cosas positivas! En uno de mis viajes a la ciudad de México, encontré un domicilio donde una señorita está muy empeñada en impartir cultura a los vecinos de su colonia, y parece que encontró eco. Enseña bailes regionales de gran parte del país, donde tiene participantes desde tres años de edad hasta once; el grupo tiene el muy mexicano nombre de: Dzahuí; grupo de baile, Dzahuí… Vean las caritas de felicidad de los chiquitines.

Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 25 de junio de 2010

jueves, 24 de junio de 2010

miércoles, 16 de junio de 2010

INVITACIÓN. Disfrute la música calentana en uno de los mejores escenarios.


LOS SALMERON (1815-2010)

Sones y gustos de Tierra Caliente



Domingo 20 de junio 13:00 hrs. LUGAR Y HORA: Museo Dolores Olmedo. Av. México 5843, La Noria, Xochimilco, México, D.F. A partir de las 13:00 PM. Estación del Tren Ligero La Noria.

Al son del Grupo Regional Calentano



Al son del Grupo Regional Calentano

Por ROBERTO Ventura Pérez

Nueva propuesta musical de El Cantón, municipio de Ajuchitlán



*Mi Nueva Ilusión, es la nueva producción de los músicos cantoneses

Hace unos días, en la noche calurosa del sábado 05 de junio del presente, el zócalo del municipio de Tlapehuala fue escenario de la presentación de la nueva producción musical del Grupo Regional Calentano titulada “Mi nueva ilusión”. Un evento patrocinado por el Ayuntamiento local, Diplomado de Gestión Cultural de Conaculta, el IGC, coordinado y conducido por el escritor Offir Damián Jaimes, en conjunto con su servidor y la bella Paloma Santamaría Montes de Oca.

Fue un verdadero privilegio y placer tener reunidos en un solo escenario a grupos tradicionales consolidados y triunfadores que se sumaron a la fiesta musical en la que se convirtió la presentación de la nueva propuesta musical de los músicos nativos de la comunidad de El Cantón, municipio de Ajuchitlán.

Lo interesante del evento cultural fue el haber reunido, además de la gama de personalidades políticas y sociales, a sus pares en el ámbito musical, entre ellos al nonagenario músico, compositor y violinista Zacarías Salmerón Daza, a los grupos de J. Natividad Leandro “El Palillo”, de Iván Hernández García, de Alma Calentana, a los clubes de danza de las casas de la cultura de San José Poliutla Mazatxochilt y Ajuchitlán. Con excepción del maestro Salmerón, todos esparcieron y sembraron sus notas a lado del nuevo repertorio del Conjunto Regional Calentano contenido en el nuevo disco. Una larga jornada que se extendió hasta pasaditas de las once de la noche, la mayoría saboreó las virtuosas notas de toda esa cantidad de artistas, capaces de estar en los grandes escenarios nacionales.

La buena cantidad de asistentes, no sólo disfrutó de la muestra musical que sobre el CD ofreció Pedro Ignacio y su Regional Calentano, sino que también se deleitaron con sones y gustos como: solo que la mar se seque, traigo un sufrir en mi alma, el huaco, el vacilón de Tacámbaro, el pañuelo, la malagueña de Tierra Caliente, Dime morenita mía, Coyuca de Catalán, Son de Pedro Pineda, entre otras. Además, pudieron ver la exhibición del breve documental que sobre el grupo hicieron Andrés Jaimes Sánchez y Ramiro Vargas Beltrán.

La cuarta obra fonográfica del Grupo Regional Calentano incluye una docena de canciones, entre gustos, sones, corrido, marcha, ensalada y boleros, precisamente uno de estos últimos es el que da título al CD. Tal vez la única observación que pudiera hacer al respecto, sería que se omitió rubricar al autor de dos canciones, tal es el caso del gusto “Que triste vivo en el mundo” y de la marcha “Viva Zirándaro”, ambas piezas de notoria autoría de Don J. Isaías Salmerón.

La evolución musical y violinística de su director es notorio en su nuevo material. Pedro Ignacio pertenece a una generación de violinistas en pleno desarrollo musical, cuya edad promedio oscila entre los treinta y cuarenta años, artistas del arco y del violín que hoy día están catapultando a la música tradicional calentana en grandes e importantes escenarios.

Pertenece a una generación de músicos y cantores que siguen tocando el viejo y hermoso repertorio tradicional creado en los últimos dos siglos por grandes iconos de la Tierra Caliente como J. Isaías Salmerón, Bardomiano Flores, Filiberto Salmerón, entre otros, además de sembrar en tierra fértil sus propias creaciones.

La presentación del material, casi coincide con el natalicio de extinto Plutarco Ignacio, quien nace un 28 de junio de 1926, padre y principal referente del director de la agrupación, a quien juro aprender a tocar violín y cargar con la responsabilidad del Conjunto Regional Calentano, tarea que ha cumplido en forma excelsa.

La travesía musical de Pedro Ignacio no ha sido fácil. Ha tenido que luchar para mantener unido a su agrupación, el cambio de integrantes ha sido la constante, pero eso no lo ha detenido. Cierto, no ha habido espacio para hacer grandes grabaciones de carácter profesional, ni grandes presupuestos, sin embargo, ahí están sus fonogramas para que todos lo juzguen.

A lo largo de sus cuatro discos ha incorporado grandes canciones tradicionales, de difícil ejecución por sus adornos y variaciones musicales: “Canto a mi tierra”, “Tierra Caliente”, “Tradiciones” y la última “Mi nueva ilusión”. Es atrevido. El exigente auditorio calentano ha aceptado su propuesta.

Ahí están también sus participaciones en distintos eventos culturales. En el XIV Concurso de Gustos y Sones J. Isaías Salmerón, Premio Zacarías Salmerón, edición 2009, presentó uno de los gustos más vistosos tanto por sus coreografías musicales como por la belleza de su letra, que le permitió además ser premiado con el tercer lugar, cuya música corrió a cargo del propio Pedro Ignacio y letra de Aristeo Domínguez.

Ha estado presente en concursos anteriores tanto en Tlapehuala, como en Altamirano, en lugares importantes de Tierra Caliente, en el Centro Nacional de las Artes de la Ciudad de México, además el Conjunto Regional Calentano fue uno de los actores del documental Bajo el Ala del Sombrero, producido por Conaculta.

Las generosas palabras del escritor zirandarense Virgilio Bermúdez y del presidente municipal anfitrión, Nelson Flores, pronunciadas en la velada musical a favor de su nueva producción, auguran un buen impulso a su carrera y un buen impulso a la música tradicional calentana, una de las expresiones más ricas y vigorosas que hay en México, patrimonio que los guerrerenses aportan al folklor mexicano y del mundo entero.



FUENTE:
Despertar del Sur, 11 de junio de 2010.

Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 11 de junio de 2010

Bernabé Salgado Patiño

COSMOS

Por: Héctor Contreras Organista


Licenciado Bernabé Salgado Patiño
-Teloloapan-

Cuando escuchamos hablar de Teloloapan con el interés, el cariño y el conocimiento que de su hermosa tierra tiene un gran economista como es el licenciado Bernabé Salgado Patiño, no podemos menos que sorprendernos gratamente por la historia, las tradiciones, la música, la producción agrícola-ganadera y la cultura que en términos generales distingue desde siempre a esa ciudad ampliamente conocida por su famosa Tecampana y su leyenda.

Ya el maestro Gonzalo Guerrero, autor de la canción-himno que narra cómo es y qué es Teloloapan, se encargó de describirla y popularizarla hace muchos años:

“Teloloapan eres flor
de quimeras desprendida,
del jardín de la ilusión
donde se recrea la vida.

Tus calles bien empedradas
de belleza sin igual,
le dan hermosa fachada
de una ciudad colonial.

Tu Tecampana sonora
como de fino de metal,
es roca que canta y llora
su canción sentimental;
sentimiento de tu raza
y el dolor tradicional”.

Recibimos la amable invitación del apreciado amigo don Martín Ortiz Valle, de su esposa y de sus hijos para desayunar en su hogar y presentarnos con el licenciado Bernabé Salgado Patiño y con su hermana, la licenciada María Magdalena a quien hace años conocimos cuando llegó a estudiar a la Universidad Autónoma de Guerrero.

Fue una mañana de marzo muy agradable cuando enriquecimos los pocos conocimientos que teníamos sobre esa bella ciudad. La amena charla del licenciado Bernabé Salgado Patiño nos llevó a recoger de su amplia cultura los muchos datos que necesitábamos para compartirlos con los lectores de Diario de Guerrero:

-¿Qué noticias tienes usted del Profesor Gonzalo Guerrero?

“Lo que sabemos de él, lo que se comenta allá en Teloloapan, incluso en algunas publicaciones es que llegó a estudiar la Secundaria. Casualmente la Escuela Ignacio Manuel Altamirano fue la segunda secundaria a nivel estatal. En la costa no había el servicio de ese grado. En el lapso que estuvo estudiando fue cuando creó la canción Teloloapan. Se comenta en algunas publicaciones que enamorando a alguna muchacha llevaba serenatas y fue cuando creó la canción.

-Esto, ¿en qué año sería?

“La Secundaria, la ESIMA ya tiene alrededor de setenta años, me imagino que más o menos en esa época, porque él fue de las primeras generaciones, estamos hablando más o menos de los años treinta del siglo pasado”.

-Tengo entendido que esa canción se popularizó todavía más cuando la grabaron el Trío Los Santos.

“Sí, la graban Los Santos y la graba un trío nativo de Teloloapan, Los Cancioneros del Sur”.

-¿Qué significado tiene para ustedes esta canción?

“Es prácticamente el himno del municipio o de la ciudad. Tiene un significado muy especial porque a pesar de que el profesor Guerrero no fue nativo de allá tuvo la sensibilidad de describir perfectamente el Teloloapan de esa época”.

-Y además es como una chilenita con un ritmo muy sabroso.

“Un ritmo muy bonito. La chilena es sensual con un requinto muy florido”.

-¿Qué más me puede decir del maestro Gonzalo Guerrero?

“Que al concluir la secundaria salió de ahí a estudiar no sé dónde y fue cuando se hizo maestro, porque al terminar la secundaria entró a alguna Normal, pero no sé a cuál”.

-Teloloapan tiene un orgullo artístico muy significativo, muy grande porque allí nacen Los Cancioneros del Sur.

“Sí, de ahí son originarios, incluso son familiares muy cercanos con el papá del escritor Juan Sánchez Andraca quien fue nativo de Teloloapan y familiar de Los Cancioneros del Sur”.

-Se dice que es el primer trío mexicano que da a conocer la canción romántica incluso antes de Los Panchos y Los Diamantes.

“Si, ellos fueron de los primeros porque había una tradición en la región similar a la que podemos ver o escuchar por noticias de que se dio en Yucatán por la influencia que venía de Cuba, del Caribe. A Teloloapan no sé de dónde le llegó la influencia pero era tradición tener grupos de guitarra que cantaban canciones románticas”.

-Una ciudad que se distingue por su romanticismo, por su hospitalidad, su amistad es Teloloapan.

“Sí, efectivamente, porque a pesar de que han cambiado las condiciones o las circunstancia pero Teloloapan sigue siendo una ciudad muy hospitalaria y muy romántica por su ubicación, yo creo que todo se conjuga”.

-¿Qué opinión le merecen Los Cancioneros del Sur?

“Es un trío muy representativo de Teloloapan que se encargaron de difundir y dar a conocer a Teloloapan, aunque ya su vida adulta la vivieron fuera pero promovieron la cultura, el estilo de Teloloapan al grado que cuando estaba en Chilpancingo estudiando, se les hizo un homenaje, hay una calle con su nombre, siendo presidente municipal Waldo Ojeda Sánchez. La calle tenía el nombre de un gobernador de Guerrero porfirista, se llamaba Francisco Arce y se le cambió el nombre a Cancioneros del Sur”.

-¿Qué más puede platicar del romanticismo de su tierra?

“Se mantiene el romanticismo. Las instancias y organismos dedicados a la cultura se han centrado más en la capital del estado, han prestado poca atención a otras regiones, pero allá se mantiene, hay gente que aún compone. Últimamente ha habido gente que se ha dedicado a mantener viva la música local, las costumbres. Por segundo año consecutivo se realizó un encuentro sobre música regional y danzas, buscando preservar todo eso. Y eso es nuevo, porque estaba muy olvidado”.

-¿Han surgido nuevos compositores, cantantes, grupos musicales?

“Con esta moda de los gruperos, hay grupos y bandas que han dado a conocer canciones que han surgido ahí y que yo he escuchado en Chilpancingo. A lo mejor ha permeado lo que pasa en todo el país, mencionan que narco corridos y todo eso, y a lo mejor enfocados también un poco a exaltar las cualidades de personajes de ese tipo, pero hay grupos nuevos”.

-También Teloloapan tuvo la elaboración de una artesanía muy especial. Digo que tuvo, porque me parece que desapareció. Algunas personas elaboraban esa artesanía en un material muy conocido, el Techonquelite.

“Sí, es un material que en la región le llamamos Techonquelite, parece que por Chilapa elaboraban una artesanía parecida con el mismo material que me parece que aquí le dicen Peperucha, pero allá se le llama Techonquelite. Hacían floreros, cosas así. Lamentablemente no hubo la sensibilidad de las autoridades por preservar, a lo mejor mediante de un sistema de becarios hacia los artesanos para que se promoviera y se difundiera esa artesanía. Uno de los últimos artesanos de ese tipo tiene menos de un año que falleció, era un profesor, se llamaba Genaro Zaragoza, él fue de los últimos que elaboran esa artesanía, sus hijos son maestros, pero al ya no haber mercado para esa artesanía ya no la elaboran”.

-Teloloapan, en el aspecto histórico, en los doscientos años de Independencia es muy importante.

“Así es, porque ahí ves que se consumó prácticamente la Independencia, no de manera formal, no en los papeles, pero en los hechos fue donde se encontraron Vicente Guerrero con Agustín de Iturbide. Por lo que sé y parece que está documentado todo eso, que cuando ya habían exterminado a todos los caudillo insurgentes el único que quedaba era Vicente Guerrero en esa región, y por eso el gobierno virreinal estableció el cuartel general en Teloloapan, para operar hacia Tierra Caliente y hacia Michoacán, ahí estuvo viviendo Agustín de Iturbide, en Teloloapan, ahí tuvo sus cuarteles y por eso se dio la coyuntura de que ahí decidieron encontrarse, cerca de Teloloapan. En el área cercana a Teloloapan hay un lugar que pertenece al municipio donde por tradición oral sabemos que fueron lugares donde tuvo fortificaciones Vicente Guerrero, pero están abandonados. Uno es Alahuixtlan, en el municipio de Teloloapan, ahí están los límites con el estado de México e inicia la sierra de La Goleta. Y en las faldas de esa sierra están Las Trincheras del Chivo, así se le conoce actualmente. Las construyeron Vicente Guerrero y Pedro Ascencio de Alquisiras, era una zona fortificada que tenía ahí, y la otra la tenían en el municipio de Apaxtla, en un lugar que se llama Cacalotepec, que en esa época pertenecía a lo que es actualmente Tlacotepec en la cuestión administrativa, pero también ahí tuvo otra fortificación Vicente Guerrero porque son lugares inaccesibles, cerros inaccesibles que nada más tenían una sola entrada y las condiciones físicas del terreno se prestaban para fortificar y cuidar los caminos”.

-A raíz de estas actividades históricas de la región se habla que de alguna manera se originó lo que ahora ustedes tienen como una de las principales tradiciones: Los Diablos, ¿qué me puede comentar al respecto?

“La versión que conozco y que de manera oral como me la han comentado es que se dio eso de Los Diablos porque había un destacamentos del ejército español en un lugar cercano a Teloloapan, aproximadamente a unos quince kilómetros, que es el río de Los Sabinos y que Pedro Ascencio de Alquisiras, para enfrentarlo, tenía menos elementos, porque era una guerra de guerrillas, para poder derrotar a ese regimiento español. En la región tenemos coincidencias con la Tierra Caliente de Michoacán de que en la región se usa La Cuera. Hay un destacamento especial que desfila el dieciséis de septiembre en la ciudad de México que va de Apatzingán, pero esa indumentaria también es típica de la región y se usa para montar a caballo. En la época de Vicente Guerrero y Pedro Ascencio ya se usaba, y con las Cueras se vistieron sus soldados y el chicote de lazo con palma, y tallaron máscaras. En la noche sorprendieron al regimiento español y lo hicieron huir sin disparar un solo tiro. Los hicieron huir y abandonaron el campo y las armas y de ahí se mantiene viva esa tradición, y por eso Los Diablos desfilan el dieciséis de septiembre, porque era más que nada un grupo de guerrilleros”.

-¿Qué significa para un joven teloloapense vestir la indumentaria de Diablo y hacer uso magistral del chico?

“Es motivo de orgullo y de mantener viva la tradición, aunque ahora como que se tiene fuera de contexto, como que muchos ya no saben su origen, ya lo ven más como una mojiganga. Pero de hecho, su origen es ese, fue de una acción militar histórica, aunque no está documentada la fecha pero se ha mantenido por tradición oral, de que así lo hicieron”.

-Esas máscaras merecen un comentario especial y por separado, porque en realidad son obras de arte.

“Son unas obras de arte, efectivamente. Mucha gente de fuera del país que ha venido a visitarnos le atribuye influencia africana y es posible, en la región hubo haciendas cañeras en donde los españoles trajeron a mucho negro a trabajar. Incluso hay comunidades cerca de Teloloapan que si no conocen a las personas pueden pensar que son de la Costa Chica, porque sus rasgos son totalmente similares a los de la Costa Chica, y puede ser que en las tropas de Vicente Guerrero y de Pedro Ascencio hubiera gente de origen africano, y por eso las máscaras estas, pero últimamente se han ido haciendo más complejas. Hay fotografías de las primeras y eran más simples. Sí, ya llevaban los colores brillantes, los cuernos, pero últimamente las hecho muy complejas, muy grandes y efectivamente son una obra de arte”.

-¿Qué me dice de los pasadizos subterráneos?

“Más que pasadizos, por la geología de la región hay muchas cuevas, incluso en el área urbana hay muchas cuevas y que fueron utilizadas yo creo como viviendas en tiempos de la guerra de Independencia y de la Revolución. He tenido oportunidad de entrar a algunas y hay vestigios de que hasta ahí cocinaban y ese fue su uso, y eso le sirvió a la gente de refugio”.

-Quiero suplicarle que me comente algo de lo que es hermosamente típico de Teloloapan: La Tecampana sonora.

“Bueno, se le ha dado promoción a la que queda prácticamente en el centro aunque en realidad, alrededor de Teloloapan, ya lo que es actualmente la mancha urbana hay otras tres Tecampanas. Todas están ligadas a la leyenda que surgió dela tradición tanto indígena como española. Se conjuntó y se creo, porque al fin de cuentas Tecampana es una palabra castiza que viene del náhuatl: Tetl, que es piedra y campana que es del castellano y que literalmente sería ‘Campana de Piedra’, pero al hacer la leyenda se creó personaje del Príncipe Tecampa y de la Princesa Nat, pero queda ya como Tecampana: Nath, con te y hache, o algo así, pero eso ya es leyenda. Lo real es que la palabra es una mezcla del español y del náhuatl. En la región hay otras palabras similares. Por ejemplo hay un pueblo que se llama Cruztel, que es Cruz de Piedra, igual que Tecampana que es Campana de Piedra”.

-El hallazgo de las Tecampanas ¿en qué época se da?

“Ya se conocían desde la llegada de los españoles, desde que se colonizó todo esto, ya se conocían. La leyenda en sí se crea en la época del porfiriato. No sé si antes ya había visos de la leyenda que fuera de manera oral. Quien la difunde es una maestra que por cierto hay un historiador que le hace un libro dedicado a esa maestra Ebila Franco. Ella fue maestra durante los últimos años del porfiriato y en lo que era el Ministerio de Educación Nacional convocó a un concurso literario de leyendas y tradiciones en todo el país y ella ganó el concurso del Ministerio de Educación al crear la Leyenda de la Tecampana o al darle un tinte literario a la leyenda, la escribe y la publica”.

-¿Cuántas piedras de Tecampana son y dónde están ubicadas?

“La más conocida es la que está en Mexicapán. Hay otra en el barrio de San Andrés, que es una de las más bonitas, de las más sonoras. Otra está en una colonia del Cerro del Chicuiqui y la otra está a un costado del panteón, en un cerro de roca, en un mogote de roca”.

-En la vida cotidiana, ¿qué importancia tienen para los teloloapenses las tecampanas?

“A la única que le han dado carácter como de parque o como de área recreativa es a la de Mexicapán, pero ahorita tenemos un grupo, una asociación cultural que queremos rescatar las otras tres para que queden como espacios recreativos para la población”.

-Teloloapan tuvo desde la época de la Independencia sus periódicos, sus publicaciones.

“Sí, de eso yo no conozco pero sí hubo periódicos, pasquines que les llamaban. Yo oí platicar a mis abuelos que les llamaban pasquines que fueron publicados en la región”.

-La influencia religiosa, ¿cómo se dio?

“Teloloapan es religioso también, pero voy a hacerte un comentario de que a nivel nacional, que yo creo que a pesar de ser religiosos también fueron gente muy liberal, más apegada a lo liberal al grado de que cuando Benito Juárez expide las leyes para el Registro Civil, de que separa la iglesia del estado, el primer juez civil que realiza un Matrimonio Civil, fue en Teloloapan. Se llamó Joaquín Beltrán, el señor nativo de Teloloapan, y por ese motivo la iglesia azuzó a sus seguidores y lo lincharon, por haber sido el primer juez que casó a una pareja. No tengo el dato exacto, pero el señor Joaquín Beltrán, a nivel nacional efectuó el primer matrimonio Civil en la época de Juárez”.

-¿Y Teloloapan sigue siendo así, liberal?

“Sigue siendo así. Son religiosos pero también liberal, no muy apegada a la religión a pesar de decirse o ser católicos, pero muy independientes también de la iglesia”.

-Además de la fiesta que se hace el dieciséis de septiembre, ¿qué otros festejos celebra Teloloapan?

“Las fechas más significativas que celebra Teloloapan es el Día de Muertos que también es una fiesta única a nivel nacional, porque en ese nivel se comenta de Mixquic, de Pátzcuaro, pero allá son celebraciones más indígenas, aquí ya es más mestizo pero muy representativo de la región. Les llamamos Las Ofrendas. Se da también en Apaxtla, en Arcelia, en Iguala, pero donde es más vistosos es en Teloloapan”.

-¿Qué tipo de comidas disfrutó usted en su niñez y qué le siguen gustando como prioridad en su alimento?

“De las comidas, de lo más sabroso que se hace en Teloloapan es el mole, las cajitas, el chocolate criollo, aunque no hay nadie que lo fabrique pero se hacía de manera casera, casi todas las familia hacían chocolate y un chocolate especial, muy sabroso, era de lo mejor. También es famoso Teloloapan por sus quesos, hay queso de cincho, que es una de las especialidades de la región, aunque últimamente se ha visto desplazado por otros quesos y eso ha contribuido a que se encarezca. Ahora es un queso caro el queso de cincho pero son de los platos típicos de la región”.

-En materia ganadera, Teloloapan ha sido muy famoso a través de los años.

“Es una de las zonas con más ganado en el estado, aunque no se ha tecnificado tanto la ganadería como ha pasado hacia la Costa Chica, hacia la Tierra Caliente, pero sigue siendo una de las zonas con más ganado en todo el estado.

-¿De qué manantiales se surte actualmente Teloloapan?

“El manantial que surte actualmente a Teloloapan, el primero del que se estableció el sistema de agua es de un río subterráneo que se llama El Resumidero. Posteriormente se amplió al Ojo de Agua de Chapa, que es muy grande, le llaman La Ciénega, y de ahí se surte. La actual administración municipal pretende ampliar la oferta del agua llevándose el agua del manantial de Almolonga en Coatepec Costales que también es parte del municipio y que es un manantial bellísimo. Ojala algún día tuviera oportunidad de ir. Es bellísimo”.

-¿Qué personajes recuerda usted de su niñez o de su juventud?

“Había un señor que elaboraba nieves. Se llamaba don Goyo, era Gregorio no sé de que, pero era famoso porque hacía unas nieves exquisitas, es de los personajes que recuerdo de mi niñez”.

-¿Y de los peluqueros?

“De los de más tradición que ha habido todos están ligados con una familia de apellido Blas, son de los más antiguos peluqueros que hay, aún hay dos de esa familia que se mantienen activos, porque ya últimamente han surgido estéticas. Mucha gente va más a las estéticas que con los peluqueros, pero los famosos son los señores de apellido Blas.

-Es muy delicioso llegar a Teloloapan, disfrutar de su hospitalidad, de su jardín principal, de esos árboles añosos, ¿siendo niño jugó en esos lugares?

“Sí, estuvimos en el quiosco. Recuerdo que mis escapadas eran del jardín de niños era al zócalo. La casa familiar está a tres cuadras del zócalo, es una casa bonita de adobe y teja”.

-Platíqueme algo de sus papás.

“Mi padre fue originario de una comunidad que se llama Laguna Seca. El se llamó Sidronio Salgado Bustamante, aunque no se preparó era gente que leía mucho y tenía muchas cualidades. Recuerdo de mi niñez que en una ocasión nos dejaron hacer un trabajo en plastilina, el Escudo Nacional y para haber sido una persona con poca preparación lo hizo exactamente igual en plastilina, y mi mamá fue originaria de un pueblo que se llama Cerro Alto, se conocieron en Teloloapan y se fue a vivir a la Laguna Seca. Ella se llamó Reynalda Patiño Delgado. Ella no estudió más que la primaria pero fue una persona que hasta el fin de sus días siempre le gustó leer mucho, era una persona muy culta, tenía una visión universal de la cultura porque siempre leía los periódicos y una revista de la que tenía suscripción. Fuimos nueve hermanos, aunque mi mamá me dijo que había nacido otro recién nacido. Con los que convivimos fuimos cinco hombres y cuatro mujeres. De los cinco cuatro han muerto de manera violenta, y es que la región es una de las más violentas del estado y hermanas mujeres viven todas, una es María Magdalena quien fue secretaria general de la Universidad Autónoma de Guerrero, hay otras dos que son maestras jubiladas y hay otra que no estudió, se casó muy joven”.

-¿Y los hijos?

“Yo no me he casado, me mantengo soltero, convivo más con los sobrinos. Radico en Teloloapan, allá tienen su casa”.

-Quiero pedirle me platique un poco de su carrera como economista.

“Como economista fue fortuito que estudiara esa carrera. A mi me gusta la literatura, me gusta escribir poesía. Cuando viví en Chilpancingo comí en la casa de doña Nicolasa Castañón, le decíamos Tía Nico. Y en una ocasión para una feria de navidad y año nuevo que convocaban al concurso de juegos florales me alentó ella porque sabía que me gusta la poesía. Me dijo: escribe una poesía y mándala. Ya eran las vacaciones, hice la poesía, vi quien me la maquinara, la envié, era un concurso a nivel estatal y quedé en segundo lugar. Cuando en enero regresé de vacaciones me dijo: te tenemos una sorpresa, me sacaron un diploma y una medalla, a ella se la llevaron porque era el domicilio que anoté. Yo vine con la intención de estudiar literatura, pero cuando ingresé a la universidad, prácticamente en esa especialidad había muy pocos maestros y cinco alumnos. Me desalenté y me retiré un semestre. Un paisano que entró a Economía me motivó, dijo que estudiara esa carrera, que él me prestaba los libros. Y me vine a economía y pasó algo curioso. En la secundaria y la preparatoria las matemáticas no me gustaban. En economía encontré buenos maestros al grado que me apasioné de las matemáticas, me encantaron como me las plantearon ahí y me hice economista. No me titulé pero en mi generación mis maestros me consideraron como uno de los mejores de mi generación, al grado que otros maestros que tuve, que venían de fuera, había un peruano y su esposa, fueron a Chiapas a fundar la Escuela de Economía y me invitaba a irme con ellos a dar clases a la nueva escuela de Economía. Nunca me ha gustado la docencia, yo quise entrar como investigador a la universidad, no se dio la oportunidad. Trabajé varios años para distintas dependencias del estado. Ya en el ochenta y nueve me regresé a Teloloapan porque mi mamá había quedado sola y fui a ayudarle a administrar un terreno que fraccionó y me quedé allá”.

-¿Cuál es el recuerdo más bonito de su infancia en Teloloapan?

“El recuerdo más bonito es la convivencia que tuve siempre con mi padre, porque a pesar de ser una gente ruda, del campo, él era muy cariñoso con sus hijos. A pesar de que llegaba en la tarde, cansado del trabajo del campo, tenía tiempo para sentarse a jugar con nosotros”.

-Así que ¿usted sabe montar a caballo, lazar ordeñar?

“No me considero un experto pero soy bueno montando a caballo, soy bueno lazando, sé ordeñar y se elaborar los quesos, fui de los primeros entre mis hermanos que aprendí a elaborar los quesos de cincho en la región”.

-Licenciado Bernabé Salgado Patiño, muchas gracias por esta atención y por esta generosidad que ha tenido conmigo.

“Al contrario, gracias a ti por el espacio que me estás proporcionando”.


Fuente: Diario de Guerrero, 15 de junio de 2010

Las canciones que acompañaron el movimiento insurgente y el revolucionario son un registro de la historia del país

DOMINGO, 13 DE JUNIO DE 2010 08:29 ADMINISTRADOR


La historia de las luchas insurgentes no sólo se conoce a través de los libros, también se puede entender desde la música, ya que es un registro documental de los movimientos de principios de los siglos XIX y XX.

Las canciones, piezas y letras son parte de la memoria de la sociedad y permiten otra mirada a la historia nacional, según algunos académicos.

Sin duda, la música y sus diferentes manifestaciones jugaron, como ahora, un papel importante durante los primeros años del siglo XIX con los llamados Sonecitos y jarabes de la tierra, que los músicos populares realizaban como una crítica a la Corona Española y al clero. Las letras eran un reflejo de la inconformidad con el Gobierno y de la situación social del México de principios de 1800.

Durante y después del movimiento armado de la Revolución Mexicana, la música tuvo un carácter protagónico y adquirió un valor cultural incuantificable, ya que da cuenta de los hechos de 1810 y 1910.

Los orígenes

Durante la Colonia, los instrumentos musicales provenientes de Europa llegaron al territorio de la Nueva España.

“La mayoría de las expresiones musicales que existen en México tienen su origen en la Europa Occidental, principalmente en España, incluso aquellas canciones de fuerte raigambre popular, como lo son los corridos”, explica Leticia Barragán López, historiadora del área de investigaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

En ese mismo sentido, el académico del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ernesto Cano Lomelí, señala que “el 60% del repertorio español nutrió y dio las bases a la música popular mexicana”.

Los Sonecitos y jarabes de la tierra son la primera manifestación de la música mexicana, de ahí su nombre y sentido de pertenencia.

Cano Lomelí destaca que la música popular se nutrió con el ir y venir de las personas de los pueblos a las metrópolis, donde se dio el intercambio de instrumentos. En cambio, a finales de la época colonial, en el terreno de la llamada música “culta”, uno de los primeros compositores del país fue Manuel de Sumaya.

La ópera se instala en los teatros

A principios del siglo XIX, entre 1805 y 1806 se estrenó El barbero de Sevilla. Después llegaron la ópera italiana y la alemana.

Con la llegada al poder de Agustín de Iturbide en 1821, se designó a Mariano Elízaga como maestro de la Capilla Imperial. Tres años después propuso la fundación de un coro, una orquesta y una escuela para promover la música “culta”. A Elízaga también se le atribuye la fundación de la primera Sociedad Filarmónica, junto con Joaquín Beristáin y Agustín Caballero. Y ya a mediados de los años 1800, la zarzuela y la ópera comenzaron a vivir un momento de auge en el sector de la población de clase alta, que tenía como costumbre asistir al teatro.

Entre los compositores del siglo XIX destacan Ricardo Castro, Felipe Villanueva, Melesio Morales, Cenobio Paniagua, Alfredo Bablot Tomás León y José Antonio Gómez. Después, se creó el Conservatorio Nacional, institución que se fundó en 1866.

A finales del siglo XIX nacieron figuras como Manuel M. Ponce, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, José Rolón y otros.

La llegada del siglo XX

Aunque la temática cambia, la expresión del pueblo mexicano sigue y se desarrolla musicalmente a través del son, el jarabe, el corrido, así como la energía de cada región. Con el ritmo sucede lo mismo, aunque se apega más al sentimiento.

“El corrido ya tenía sus antecedentes, pero es sin duda durante el movimiento armado de 1910 que se hace de una inigualable identidad de mexicanidad, a través de la denuncia y la narración de un país levantado en armas”, afirma el investigador de Música Popular de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jesús Mendoza Flores.

“Esto es en cuanto a la música del pueblo, en cambio en los banquetes de los políticos o de la aristocracia sucedía todo lo opuesto; la gente que asistía a estos eventos parecía estar inmersa en otra realidad, pues asistían a grandes salones, casas porfirianas, donde escuchaban vals, polkas, es decir, remedos de las fiestas y de la vida social francesa”.

La canción mexicana influye hondamente en el ambiente y las costumbres, es sentimental y pícara, como el mexicano. La música romántica y sentimental, de cortejo, declaración, ausencia, nostalgia, indiferencia, desprecio, despecho, pasión, soledad, odio y amor, es abundante en el repertorio.

Para finalizar, Cano Lomelí expresa que “esta expresión ha estado presente en la historia y es a través de ella que podemos entender la historia, ya que la música ha estado presente en todos los eventos como valuarte mexicano”.

EL INFROMADR/Omar Castañeda y Mayra Torres de la O


Cantares revolucionarios

* El son


El son es probablemente el género musical más rico de México, así como lo más representativo de la cultura musical popular, en parte porque sus intérpretes son los más refinados en la ejecución de instrumentos y los que mejor conocen de las diversas tonalidades mayores y menores. Recibe diferentes nombres según su procedencia: en Jalisco y Michoacán es el abajeño; en Tamaulipas y Veracruz se le llama son huasteco, son jarocho o huapango; en Guerrero se conocen como gustos o chilenas, de acuerdo a la publicación La historia contada a través de su música, de la Universidad de Guadalajara.

Este género se distribuye a lo largo de la costa del Golfo de México y el Pacífico. Del primer sitio se pueden mencionar sones famosos como El querreque, El gusto, La azucena, La Cecilia, La Bamba, La bruja, El Siquirisí, El Balajú entre otros. De la segunda región meridional, destaca el son jalisciense que es interpretado por mariachis, algunos ejemplos son La negra, La culebra, El jabalí y Las copetonas.

* El jarabe

Sin duda, el más conocido es el jarabe abajeño o tapatío, que surge a finales del siglo XVIII y evolucionó hasta adquirir la forma en que hoy se conoce.
“Fue a fines del mismo siglo cuando tomó la forma de música autóctona, dándose la nominación de jarabe a gran variedad de sones que tenían en común algunos elementos, sobre todo en la parte bailable. Su auge fue hasta el primer tercio del siglo XIX, especialmente en la región de Jalisco y Michoacán”, especifica Jesús Mendoza Flores.

El jarabe tapatío fue conocido ya con ese nombre durante la vigencia de la Constitución de 1812-1817, y su composición queda comprendida dentro del período virreinal.

* El corrido

De acuerdo a la investigadora Leticia Barragán, el corrido mexicano tiene sus raíces en el antiguo romance español: una canción que narra acontecimientos reales a su manera, pues los dota de una visión épica o heroica con respecto a los hechos o a los participantes; en este sentido, el corrido tiene una línea directa de conexión con el Mester de juglaría de la Edad Media.

En la actualidad hay numerosas variantes del corrido, en su construcción más común está formado por 20 y hasta 30 cuartetos octosílabos, y en su estructura consta de seis partes.

Entre los corridos más famosos de la época revolucionaria se encuentran La Adelita, La valentina, La rielera, La cucaracha, Corrido a Pancho Villa, Mi general Zapata, Caballo prieto azabache y La toma de Zacatecas.

* Música formal

Entre los representantes y compositores de la música formal o clásica del movimiento de la Revolución, se encuentran Julio Ituarte, Alfonso Ríos Toledano, Manuel M. Ponce, José Rolón y Alfredo Carrasco.

“Los pertenecientes a la corriente del franco romanticismo son: Ricardo Castro, Gustavo E. Campa, Ernesto Elorduy y José Perches, quienes compartieron una misma posición ante la música que les exigía mayor refinamiento en la expresión. Estuvieron fuertemente influenciados por los románticos europeos como Chopin, Schumann y Liszt”, refiere Mendoza Flores, de la UNAM.

Fuente: (Informador)

miércoles, 9 de junio de 2010

El Negro Chimeco - Dueto Blanco Y Negro

El Negro Chimeco (Chilena) - Dueto Blanco Y Negro

de Lo De Soto Oaxaca, de Tomas Anica y Juan Estevez... Costa Chica Oaxaca y Guerrero

Marcos Montoro graba su primer disco de cantos chamánicos



Por FRANCELIA JÁUREGUI


*El máster se hizo en los estudios de Radio Ñomndaá, en Xochistlahuaca

Con el título de “El Canto de Nuestros Ancestros”, Marcos Montoro Vázquez grabó su primer disco de cantos chamánicos con la ayuda de su esposa, Rosa María Aldana Mendoza, y bajo el auspicio de la Casa de la Cultura Independiente Amaxochitl, de San Luis Acatlán.

El máster se hizo en los estudios de Radio Ñomndaá “La Palabra del Agua”, en Xochistlahuaca, en lo que es un trabajo sin precedentes en nuestra región.

Entrevistados en su casa, en la cabecera de San Luis Acatlán, Marcos refiere que está convencido de que el canto y las artes en general, nacieron para proteger al hombre contra el olvido del ser. Especial interés tiene por la juventud, “porque los jóvenes, en su aprender, enseñan”.

De acuerdo con su experiencia como chamán difusor de las tradiciones de los pueblos originales, concluye que Dios existe, que es puro amor y alegría, y que lo que nos separa de él es el temor, el miedo. “Todos tenemos temor, es algo muy difícil de dominar, pero todos debemos fortalecer el valor, pensando en que Dios nos ama, y nunca nos va a dejar jamás”.

_¿Don Marcos, qué son los cantos chamánicos?

_Son meditaciones propias, son sonidos rústicos, antiguos, son reflexiones, son oraciones si así se les quiere llamar. Yo practico la verdad como virtud dada por Dios, y estos cantos nacieron de la verdad. Llegaron a mí a través de visiones, de pensamientos, me acompañan a donde voy, los interpreto para mí mismo siempre.

_¿Qué puede esperar quien los escuche?

_Nada y todo. Depende de la conciencia de cada quien, de su grado de madurez espiritual. Son un apoyo para ver la vida. La vida está en todos lados y en todo. Veo la vida en el águila, en el cielo, los caminos tienen mensaje, las estrellas, la luna, la gente, en todo se ve la sabiduría ancestral, la semilla de las cosas.

“El Canto de Nuestros Ancestros” incluye 12 piezas con la voz de Marcos Montoro y acompañamientos de Rosa María Aldana. Diversos instrumentos se despliegan mientras que los cantos profundos, guturales algunos, claros y resonantes otros, nos acercan al todo.

Entre los cantos figura “Chamán”, el cual es más que un curandero, es un hombre completo, íntegro, amante de la verdad, y sumamente humano. Llama la atención “Movieris”. La pieza recuerda un ritual de los chamanes huicholes, en el que se usa una vara con plumas de gavilán, para atrapar las enfermedades con versos y oraciones. Movieris, dice don Marcos Montoro, “invita a eso, al movimiento para cazar las oportunidades de la vida, porque en este universo todo vibra, todo se mueve, nada está estático. Dios es movimiento. Las rocas vibran”.

“Arrullo” nos lleva a nosotros mismos. A nuestros cuerpos olvidados y abusados con trabajo extenuante, con comida tóxica, con bebidas no afines a nuestra vibración. “Arrullo es un mensaje de amor para nuestros cuerpos, y también un mensaje para los adultos, a fin de que no pierdan la alegría que conmueve a los infantes, quienes jugando aprenden. Ellos perdonan fácilmente, no saben guardar rencor, regalan lo que tienen y lo que son sin fijarse. Todos debemos volver a ser niños”.

Poco a poco los cantos chamánicos nos llevan a “Aztlán”, el lugar sagrado de las tribus de América, el lugar de las garzas blancas. Nos recuerda el origen, la conexión con Dios. Luego nos habla del “Intento”, porque no hay imposible para el que busca. Es una de las mayores promesas divinas: busca y encontrarás, toca y se te abrirá, habla y serás escuchado.
Termina la colección de cantos con “Siempre prendidos y animosos”, una pieza que nos recuerda la vivacidad del fuego, nos recuerda que debemos mantener una energía elevada en el amor, en el trabajo, en la ilusión y la fantasía. “Porque la vida es una eterna fantasía, cada quien es creador de su propia vida, lo bueno y lo malo lo creamos nosotros mismos. Si nosotros cambiamos, cambia nuestra realidad”.

La presentación de este disco se hizo el 1 de mayo en el Foro Yoloxóchitl de San Luis Acatlán, como un evento organizado por la Casa de la Cultura Independiente Amaxóchitl, la cual también presentó una exposición de piezas del museo comunitaria, una exposición fotográfica de Rosa María Aldana, y pinturas de alumnos del profesor Luis Michel Espinoza.

La velada fue amena, pues estuvo amenizada por el grupo musical de Irving Fabián Juárez Calixto, del barrio de Playa Larga, y de Rodrigo Vargas González, músico lírico de la canción romántica, lo mismo que el profesor de música Roque de la Cruz, guitarrista y maestro de música clásica.

Para los jóvenes, fue atractiva la participación de la Escuela de Tae Kwan Do, del profesor Alexis Cipactli.

“El Canto de Nuestros Ancestros” será presentada próximamente en Chilpancingo, Acapulco y en la Ciudad de México.



Suplemento vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 04 de junio de 2010

Cultura Popular de la Costa Chica

Por: Higinio Peláez Ramos

Por el tiempo transcurrido, poco se sabe de los autores de la música popular de la Costa Chica; por lo que mencionaré algunos nombres de quienes tengo conocimiento, por la popularidad que alcanzaron sus composiciones: Presbítero Emilio I. Vázquez, La Sanmarqueña. Vidal Ramírez Guillén, Ometepec (Verdad de Dios), y La Talapeña. Profesor Gonzalo Guerrero, Teloloapan y Cuahutepec. Ingeniero Álvaro Carrillo, El Polvito, La Hierbabuena, El Negro de la Costa, El Polvito y Pinotepa. Indalecio Ramírez, El Indio Suriano e Igualapa. Higinio Peláez Ramos (quien esto escribe), Azoyú y El Costeño.

Como un apasionado por la música y tradiciones de mi tierra Costa Chica; con cierta preocupación he visto que quienes han escrito sobre este tema poco o nada han hablado del instrumento y los ejecutantes que dieron forma a nuestros cantares típicos; por lo que, considerándolo de vital importancia, a continuación doy un listado con nombres, lugares y fechas en que escuché a cada uno de ellos.

Cacahuatepec Oaxaca, 1935, (Bajo 5º): hermanos José y Eloíso Peláez Valverde, Pío García, Maurilio flores y los hermanos Vidal y Alfonso Ramírez Guillén. Huajintepec, Guerrero, 1937, (Bajo 5º): Juvencio Herrera, Evodio Ramos Martínez, Juan García y Silvino Reyes. Lo de Soto Oaxaca, 1940, (Bajo 5º): Baldomero Dillanes y los hermanos Evodio y Canuto Candela. Pinotepa Nacional Oaxaca, 1941, (Bajo 5º): Adolfo Arriaga. El Maguey Oaxaca, 1941, Guitarra sexta: hermanos Nicéforo y Juan Sorrosa. Cuajinicuilapa Guerrero, 1941, (Bajo 5º): Tenerino Peláez. Santo Domingo Oaxaca, 1942, (Bajo 5º): Agripino Salinas. Acapulco Guerrero, 1962, (Guitarra sexta): Álvaro Carrillo. Cuajinicuilapa Guerrero, 1976, (Bajo 5º y Guitarra sexta): Ismael Añorve Reguera. Acapulco Guerrero, 1982, (Guitarra sexta): hermanos Juvencio y Moisés Vargas. Acapulco Guerrero, 1995, (Guitarra sexta): Adolfo Santiago González y Dámaso Rodríguez Benítez.

Los intérpretes aquí citados sólo son los que conocí con nombre, porque fueron amigos de mi papá o míos; pero en las fiestas regionales, celebradas en pueblos de nuestra costa, escuché a grandes cantores con bajo 5º o guitarra sexta, en su mayoría de ascendencia negra.

Al conocer a todos estos maestros virtuosos del bajo 5º y guitarra 6ª, en distintas fechas y lugares de nuestra Costa Chica, cantando y acompañándose los cantares de la región (mismos que de tanto oír recuerdo a la perfección), me es muy difícil aceptar que hoy, por negligencia o falta de información se diga que cada quien puede tocarla como sea. Claro que si no se trata de una grabación discográfica, el caso no tiene gran importancia, pero cuando el género se graba distorsionado y se dice que es auténtico, entonces es cuando se incurre en el engaño al escucha.

El ritmo hace al género

En música, el elemento ritmo es muy importante, ya que a través de éste toma forma y nombre un género musical, desde una complicad sinfonía, hasta lo más popular de nuestros cantares. Por ejemplo: el popular trío Los Panchos, selecciona para su repertorio el tango argentino “La última copa”, haciéndole las pertinentes modificaciones para su estilo, a melodía, bajos y armonía; y el hermoso tango queda convertido y un romántico bolero.

El conocido director de orquesta Carlos Campos, hace las modificaciones necesarias al bolero “Puñalada”, de Gonzalo Curiel, y éste se convierte en un tropicalísimo danzón. También hay canciones que originalmente fueron escritas a ritmo de clave, como “Peregrino de amor”, “Yo sé que nunca”, “Ojos tristes”, y otras, pero al ir a grabación, por gusto del intérprete o director de grabación, estas quedaron transformadas en boleros, o bien se usaron los dos ritmos.

Y las propias bandas y orquestas costachiquenses, desde hace muchos años, tocan el popular vals La Zandunga a ritmo de chilena, lo que hace que aunque ésta sigue siendo La Zandunga, ya no es vals, sino chilena. Por eso, si queremos ser respetuosos de los ritmos, y llamar a cada cosa por su nombre; veamos en la obra del maestro José Agustín Ramírez, guapangos guerrerenses y no chilenas; pues si usted, respetable lector (a), tiene una grabación del dueto caleta, escuche detenidamente La Sanmarqueña y verá que las guitarras y hasta la propia melodía se oyen tiernas; podríamos decir que hasta romántica. En cambio, si esta misma canción la escucha con chileneros como Vidal Ramírez o los hermanaos Varga, la guitarra es enérgica, alborotada, que invita a parase a bailar y dar gritos de alegría.

Ese es el cambio entre chilena, y guapango.

Suplemento vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 04 de junio de 2010

domingo, 6 de junio de 2010

Danzas en resistencia de Guerrero

SERGIO LUGO

Las danzas indígenas –con toques mestizos– son representativas de Guerrero, porque son una caja de recuerdos y tradiciones de mi tierra. El libro Danzas y bailes tradicionales del estado de Guerrero del recopilador Santano González Villalobos, Conaculta, 2005, nos ilustra el tema.

Las danzas que mencionaré son un ejemplo de la resistencia de los indígenas, los esclavos negros y los musulmanes (de Marruecos y Turquía principalmente) contra la evangelización de los cristianos mediante la espada y la cruz. ¿En qué nos ha beneficiado la iglesia Católica en el desarrollo de Guerrero?

Me limitaré a describir brevemente a las danzas que considero interesantes en cuanto al tema de la conquista, que tenga que ver con algún ritual indígena o que sobresalga por su significado. Todas las anotaciones son tomadas del libro citado. Son las danzas más sobresalientes de Guerrero.

Danza de vaqueros o espueleros: tuvo su origen en la época de la Colonia y representa a los ricos hacendados y al trabajo que tenían que realizar los indígenas en estas haciendas de la región de Costa Chica.

Danza de los diablos (región centro): los orígenes se remontan a la época colonial como una manifestación de la evangelización de los misioneros que querían inculcar a los indios la religión cristiana.

Diablos de Teloloapan: –No es una danza– Bailan con máscaras ornamentadas, además de llevar una cuera hecha de piel de gamuza y un chicote que lleva en la punta una piola de ixtle que sirve para que truenen los chicotes. Se dice que con esta vestimenta los soldados de Pedro Ascencio de Alquisiras lograron asustar a los soldados realistas, haciéndolos huir.

Los doce pares de Francia: representa los hechos históricos en Francia en la época del emperador Carlo Magno contra los moros que se negaban a profesar la fe cristiana. Figura en La Montaña y Costa Chica.

Danza de moros, 14 nones de Francia o moros y cristianos: dentro de las tres fases encontramos el desafío, la batalla y la rendición de los moros sometidos por los cristianos.

Danza de moros: la obra está escrita en versos octosilábicos: Es una remembranza de la sangrienta batalla entre los moros y cristianos, cuando éstos fueron auxiliados por los cruzados llegados de todas partes de Europa en 1212.

Danza de moros y conquista: se agrupan las danzas que relatan la lucha de los cristianos contra los moros, sarracenos, turcos y contra todo tipo de paganos incluyendo a los indios.

Danza de la conquista: según Francisco Vidal Duarte, en esta danza visten como Cortés y su ejército. El ejército azteca viste su autentico traje. Al final vencen los aztecas y los españoles son avergonzados.

Danza del Cortés: surge a principios de la colonización española, donde Hernán Cortés a caballo golpea a los indígenas.

Danza de los gachupines: es el término que los mexicanos le dicen a los españoles y una de las expresiones del pueblo era ridiculizarlos.

Danza de los ocho locos: es una representación moralizante creada por un criollo o español… que hace hincapié en practicar las costumbres cristianas.

Danza de los Tlacololeros, soyacapoteros, hombres de Tlacolol: existen muchas versiones sobre ellos. Gira en torno al ritual agrícola en que se representa la caza del tigre por parte de los tlacololeros, porque el animal se comía las cosechas: Cuauhtémoc Anda Gutiérrez.

Danza de tecuanis o tecuanes: también existen muchas variantes. Ésta representa a una comunidad que se siente presionada porque existe un animal que se come el ganado y es un tigre al final la bestia es muerta por los cazadores y su piel devorada por los zopilotes. Se bailan al norte de Guerrero: Andrés Luviano.

Danza de los apaches o mecos: se baila en Costa Chica. Se cubren el cuerpo con carbón mezclado con aceite. Se baila principalmente el 16 de septiembre en señal de triunfo de lo que fue la independencia.

Los hombres viento: en Acatlán los quauhtlatlaztin o los ehecame –viento– son una danza sagrada que simboliza el viento, algunos la conocen como la danza de los lamentos del Teponaxtle: Marcos Matías.

Los maromeros: uno de los danzantes sube a una cuerda… sobre ella baila al ritmo de la música guardando el equilibrio y sosteniendo un palo de aproximadamente 12 metros.
La pelea de tigres o tecuanis: mención aparte merece este ceremonial que no pertenece a a categoría de danzas… es una de las fases centrales de la petición de lluvias: Rosalba Díaz.

Jornada de Guerrero, 06 de junio de 2010

Participan más de 30 grupos en la fiesta de tlacololeros que inicia en Chilpancingo

Kau Sirenio Pioquinto

Chilpancingo

Con la participación de más de 30 grupos de danzantes, dio inicio por las principales calles del barrio de San Antonio la fiesta tlacololeros, en la que estuvieron representados los barrios de San Mateo, San Francisco, Tequicorral, Santa Cruz y de los municipios de Tixtla y Mochitlán.

La danza de los tlacololeros y el porrazo de tigres, es un ritual prehispánico que se mantiene vigente y se sigue con fervor en Chilpancingo.

Forma parte importante la música y su artesanía como indumentaria tradicional: la flauta de carrizo (pito), tamborcillo, costal de ixtle, sombrero de palma y mascaras de madera.

Los tlacololeros son los que van siempre al frente del contingente, pero el que lo hace con honor es el tigre, que hace travesuras a los niños, además dirige los cambios de los danzantes; luego se pelea con la perra, no sabe que su simbolismo ancestral es la dualidad del bien y el mal, de la fertilidad, de la fuerza y del poder, pero las personas imitan cada movimientos de los felinos.

El organizador del evento, Alfonso Nava Hernández, presidente de la Asociación Cultural San Antonio, dijo que ésta actividad se hace con el fin de fortalecer las tradiciones que más identifican a los Chilpancingueños.

A las 17 horas, los grupos de danza empezaron a desfilar por las principales calles, con el ya conocido tono musical de flauta y tambor; encabezaba el recorrido el alcalde Héctor Astudillo Flores y la reina de la fiesta de San Antonio, quienes iban acompañados de varias mujeres vestidas con el traje de Acatlán.

La danza estuvo integrada por niños vestidos con el típico traje portando máscaras de coyotes, perros y cerdos, así como de hombre y mujer, formaban parte de la usanza, sin dejar de lado el sombrero, adornado con flores de papel y otros más con hojas verde.

El paso del tigre y el cazador hacía que las personas se detuvieran a ver a los danzantes, que sonaban con fuerza sus chirriones, provocando que otros niños los imitaran.

Además del colorido, la flauta, el tambor y el sonido chirrionero, adelante iban miembros de protección civil con un extinguidor, para apagar cualquier incendio que se pudiera provocar por los cohetes.

La leyenda de los tlacololeros en San Antonio, es una danza que recrea parte de la agricultura, principalmente del maíz, el frijol, la calabaza, el chile y la ganadería de autoconsumo, pero al verse afectados por los tigres, que les causaban daños a su cultivo, los campesinos se organizaron para cazarlo.

En la tradicional caminata participaron además 30 hombrea vestidos de tigres, en esta ocasión hubo tigres blancos, que danzaron durante toda la tarde, hasta llegar al kiosco del barrio; después del recorrido, se entregaron reconocimientos a cada grupo participante.

Con este encuentro se dio inicio con la feria anual del barrio de San Antonio, con lo que esperan que el 13 de junio todo el pueblo participe en la fiesta patronal.
Nava Hernández, informó que la idea es festejar además el Día del Tlacololero, que es el primer sábado de junio, por lo que dijo, estar satisfecho ya que el encuentro de tlacololeros cada año toma más fuerza.

Recordó que cuando se inició, hace ya siete años, apenas participaron 13 danzas de Chilpancingo y en esta ocasión ya se tienen confirmadas más de 30, aparte de los grupos que vendrán en representación de los municipios de Tixtla y Mochitlán.

Sur de Acapulco, 06 de junio de 2010

martes, 1 de junio de 2010

La India Los Azohuaztles



Los Azohuaztles, soneros de tarima originarios de la ciudad de Tixtla, Gro. es un g rupo fundado allá por la década de los treinta del siglo pasado. El nombre del grupo lo toman de unas varas verdes y alegres que crecen en un arrollo que se llama Coacuilpa. Los miembros de esta tercera generación de los Azohuastles son Juan y Eugenio Dircio, vihuelistas, y el famoso Isaías Basilio en el cajoncito del tapeo.

Los sones de artesa o tarima son muy antiguos; los trajeron algunos marineros peruanos y chilenos. Con el tiempo, los arrieros que viajaban a la Costa Chica del estado llevaban mercancía y su cultura y traían lo mismo. Es así como los tixtlecos que tienen el don de ser francos, bulliciosos y alegres, adoptaron esos ritmos y le aportaron el sello de la región.

El Torito de San Lucas



La música de la Costa Chica pasó, junto con el baile, a su nuevo asentamiento en Tixtla. El conjunto musical que allá existía también se formó en esta ciudad. Estaba compuesto por un arpa, una vihuela de cinco cuerdas de tripa de gato, una jarana del tipo de guitarra chica con cuerdas de tripa sin joroba, un güiro y el tapeo en el arpa.

Posteriormente el tapeo sobre la caja del arpa fue sustituido por una caja de tapeo. Esta caja de tapeo es un cajón hecho de madera, cerrado por todos sus lados, excepto por el de abajo, con perforaciones en los costados para darle mayor resonancia.
Los Tapeadores (ejecutantes de la caja de tapeo) la percuten con la palma de las manos y en algunas ocasiones usan un pedazo cuadrado de madera en la mano izquierda, para que el sonido sea más fuerte aún.

Con el paso del tiempo la participación del arpa en el conjunto se fue perdiendo por falta de buenos arperos; fue por eso que un nativo de Tixtla, el General Eusebio González Saldaña, interesado en que no se extinguiera este instrumento en el conjunto tixtleco, trajo a esta ciudad a un gran arpero, Don Eduardo Gallardo, oriundo de Cruz Grande, para adiestrar en el grupo de la Delegación Regional de Charros y a las personas que lo desearan. El señor Gallardo permaneció en Tixtla varios años, logrando revitalizar enormemente el conjunto musical tixtleco.
Actualmente los instrumentos que integran el conjunto son dos vihuelas, una caja de tapeo y, en ocasiones, un arpa.

El instrumento melódico es el arpa, que contrapuntea el canto; y los instrumentos a la vez armónicos y rítmicos son las vihuelas o jaranas y la caja de tapeo.
Entre los conjuntos más conocidos podemos mencionar Los Azohuaztles, El As del Sur y Fandanguero. El conjunto As de Sur lo conformaban Juan Valle al arpa, Cruz Morales y Vicente Ojeda a las jaranas (vihuelas) y Enrique Valle en la caja de tapeo.
Un reconocimiento y homenaje sea el presente video para Don Cruz Morales que en paz descanse...

El Torito de San Lucas



La música de la Costa Chica pasó, junto con el baile, a su nuevo asentamiento en Tixtla. El conjunto musical que allá existía también se formó en esta ciudad. Estaba compuesto por un arpa, una vihuela de cinco cuerdas de tripa de gato, una jarana del tipo de guitarra chica con cuerdas de tripa sin joroba, un güiro y el tapeo en el arpa.

Posteriormente el tapeo sobre la caja del arpa fue sustituido por una caja de tapeo. Esta caja de tapeo es un cajón hecho de madera, cerrado por todos sus lados, excepto por el de abajo, con perforaciones en los costados para darle mayor resonancia.
Los Tapeadores (ejecutantes de la caja de tapeo) la percuten con la palma de las manos y en algunas ocasiones usan un pedazo cuadrado de madera en la mano izquierda, para que el sonido sea más fuerte aún.

Con el paso del tiempo la participación del arpa en el conjunto se fue perdiendo por falta de buenos arperos; fue por eso que un nativo de Tixtla, el General Eusebio González Saldaña, interesado en que no se extinguiera este instrumento en el conjunto tixtleco, trajo a esta ciudad a un gran arpero, Don Eduardo Gallardo, oriundo de Cruz Grande, para adiestrar en el grupo de la Delegación Regional de Charros y a las personas que lo desearan. El señor Gallardo permaneció en Tixtla varios años, logrando revitalizar enormemente el conjunto musical tixtleco.
Actualmente los instrumentos que integran el conjunto son dos vihuelas, una caja de tapeo y, en ocasiones, un arpa.

El instrumento melódico es el arpa, que contrapuntea el canto; y los instrumentos a la vez armónicos y rítmicos son las vihuelas o jaranas y la caja de tapeo.
Entre los conjuntos más conocidos podemos mencionar Los Azohuaztles, El As del Sur y Fandanguero. El conjunto As de Sur lo conformaban Juan Valle al arpa, Cruz Morales y Vicente Ojeda a las jaranas (vihuelas) y Enrique Valle en la caja de tapeo.
Un reconocimiento y homenaje sea el presente video para Don Cruz Morales que en paz descanse...